El 1 de mayo es muy especial para nosotros: no sólo es nuestro aniversario, sino también el día que compartimos con nuestros queridos amigos Ryan y Jo. Este año, nuestra escapada a Italia se convirtió en una celebración conjunta de amor, amistad y un tesoro de recuerdos. Nos reencontramos con los Mullenix, que ocupan un lugar muy especial en nuestros corazones, ya que celebraron su 14º aniversario mientras nosotros celebrábamos el 8º. (Dato curioso: incluso nos acompañaron en nuestra boda, y les regalé una tarta de aniversario como agradecimiento por pasar su 6º aniversario con nosotros en aquel día mágico).
Nuestra base para el fin de semana largo fue Montecatini Terme, una joya que ha sido celebrada como una de las "Grandes Ciudades Balnearias de Europa" gracias a sus famosos manantiales minerales y a su impresionante arquitectura balnearia. La rica historia de la ciudad se remonta a la época romana, y su encanto es palpable en cada rincón, desde los elegantes baños termales hasta las estrechas y sinuosas calles que susurran historias de épocas pasadas.
Uno de los aspectos más destacados fue probar por fin el teleférico de la parte alta de la ciudad: ¡el histórico Funicolare di Montecatini! Abierto y listo para la aventura esta vez, nos llevó de la ciudad a Montecatini Alto por una ruta escénica y empinada (¡con pendientes que iban de 16% a casi 39%!). Después de nuestro paseo, paseamos por la ciudad empapándonos de comida, historia y algunos momentos divertidos que nos hicieron olvidar hacer tantas fotos como deberíamos. (¡Uy, pero a veces los mejores recuerdos son los que se guardan sólo en el corazón!)
Ningún viaje a Italia estaría completo sin deleitarse con una comida increíble, y esta escapada de aniversario no fue una excepción. Nos dimos un festín de platos deliciosos que celebraban los sabores de Italia, y cada comida fue un recordatorio de cómo la comida une a las personas. Compartir risas, historias y bocados de delicias culinarias con nuestros increíbles amigos fue la receta perfecta para una celebración memorable.
Volver a visitar el mismo lugar acogedor en el que nos alojamos en noviembre con John y Shauna añadió un toque familiar y reconfortante a nuestras aventuras: un recuerdo de viajes pasados y la promesa de muchos más por venir. Desde los divertidos viajes en teleférico hasta los paseos por los museos y las delicias epicúreas, nuestro largo fin de semana en Montecatini Terme fue una reconfortante mezcla de historia, risas y amor.
Brindo por los aniversarios celebrados en la bella Italia, por los amigos que sentimos como de la familia y por las aventuras que nos recuerdan lo afortunados que somos de vivir la vida al máximo. Hasta nuestro próximo capítulo de pasión por los viajes y alegría: ¡grazie, Italia!
