Marzo empezó con una tormenta de granizo que entró rápidamente y cubrió el suelo de hielo. Por suerte estábamos en casa y no de paseo. No hacía suficiente frío para que el hielo permaneciera mucho tiempo. Era una locura verlo, pero ninguno de los hielos era lo bastante grande como para dañar ningún coche que viéramos.
Estuvimos una semana en Dubrovnik; si quieres saberlo todo, echa un vistazo a esa entrada del blog. Fue un viaje increíble y un maravilloso regalo de cumpleaños.
Croacia es un país muy católico y se vuelcan con la Pascua. Las pastelerías empezaron a tener las tartas y magdalenas más bonitas. Hubo varios a los que no pudimos resistirnos y tuvimos que llevárnoslos a casa. Uno de nuestros maravillosos vecinos nos regaló una pequeña cesta de Pascua. Tenía los huevos más bonitos decorados de forma natural. Nos hizo sentir bienvenidos en nuestro barrio.
Sabiendo que nuestro tiempo en Croacia llegaba a su fin, nos aseguramos de pasar tiempo en el casco antiguo de Split, donde vivimos nuestros primeros meses. Comimos en nuestros sitios favoritos y visitamos algunos de nuestros lugares preferidos. Paseamos por nuestro barrio y observamos la construcción de Žnjan. Paseamos por los tramos de playa aún abiertos todo lo que pudimos.
El sábado anterior a Pascua nos fuimos a explorar Omiš; encontrarás más información al respecto en la entrada de nuestro blog sobre Omiš.
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