En el amor no hay miedo. Pero el amor perfecto expulsa el miedo, porque el miedo tiene que ver con el castigo. El que teme no es perfecto en el amor.
Y así conocemos y confiamos en el amor que Dios nos tiene. Dios es amor. Quien vive en el amor vive en Dios, y Dios en él.
Sobre todo, amaos profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados.
Porque él mismo es nuestra paz, que ha hecho de los dos grupos uno solo y ha destruido la barrera, el muro divisorio de la hostilidad,
Esfuérzate por vivir en paz con todos y por ser santo; sin santidad nadie verá al Señor.
Un nuevo mandamiento os doy: Amaos los unos a los otros. Como yo os he amado, así debéis amaros los unos a los otros.
El segundo es éste: No hay mandamiento más grande que éstos.
Ricos y pobres tienen esto en común: Yahveh es el Hacedor de todos ellos.
Que las naciones se alegren y canten de júbilo, porque tú gobiernas a los pueblos con equidad y guías a las naciones de la tierra.
Porque Dios no muestra favoritismos.
